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El Amor es reflejado en el amor”.
(Ciencia y Salud con Llave de las Escrituras, pág. 17:8).

Quién nos separará del amor de Cristo? — Ana Gallo

A veces nos pasa que aparentemente perdemos el rumbo de nuestro camino, que una niebla se posa sobre nosotros y no sabemos lo que hacer.

Pareciera como una sugestión mental de confusión y sentimiento de soledad y e incapacidad de seguir adelante. En estos momentos, debemos reconocer nuestra verdadera identidad de hijos amados de nuestro Padre-Madre, la Mente única y saber que estamos protegidos, mismo que no podamos ver el camino.

En nuestra realidad espiritual, la única realidad que existe, vivimos y tenemos nuestro ser en Dios como dice el Apóstol Pablo, entonces no podemos estar perdidos ni desamparados.

Puede ser que la mente mortal intente el no dejarnos ver la salida para una situación, pero el Amor Divino siempre presente, sabe lo que hacer y quiere nuestro mayor bien.

Recuerdo que experimenté una situación en la cual me sentí como perdida.  Mi hija más joven comenzó a usar drogas y enseguida que supe me comuniqué con un Practicista de la Ciencia Cristiana. Él me indicó leer Romanos 8 y conversó conmigo diciéndome que un hijo de Dios nunca puede estar separado o lejos de la Presencia Divina; como no podemos separar un rayo de sol del propio Sol ya que es su fuente infinita. Fueron pasando los días y ese grupo de amigos se disolvió y mi hija dejo las drogas e hizo nuevas amistades.      La Mente Divina disipó mi camino y el de mi hija, al comprender su verdadera vida espiritual y verla con amor como hija de la Mente Divina, no de la materia.

El comprender que Dios es el único Bien infinito, aniquila todo supuesto mal, creencias de dependencia, mesmerismo, hipnotismo y magnetismo animal. No hay como estar separado del amor de Cristo que es siempre presente y eterno. Como dice el Apóstol, “antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8: 37).

Cuando alguna sugestión mental aparezca, y nos preguntemos de dónde vendrá nuestra ayuda? Recordemos que Dios es nuestro amparo permanente, nuestro guía, el único que nos gobierna con infinito Amor Omnipresente, Omnisciente y Omnipotente y como escribió nuestra amada guía Mary Baker Eddy: “El Amor Divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana”. Ésta verdad espiritual nos libera del temor, de la creencia de que estamos solos, perdidos o desamparados.

Un poema de Mary Baker Eddy expresa perfectamente a la Mente insondable: “Dios, el gran Yo Soy, El que todo lo sabe, todo lo ve, que es Vida y Acción y es Eterno”. Y Él es nuestro Padre-Madre amoroso que está siempre presente, que nos cuida, nos provee de todo bien, nos lleva de la mano por el camino y es inseparable de cada uno de nosotros, Sus hijos amados.
                             
El Amor es reflejado en el amor”.
(Ciencia y Salud con Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, pág. 17:8).

Dietas, ejercicios y “leyes de salud” contra la causalidad espiritual

“Todo esto ejerce una influencia directa, y a un nivel práctico, en los pensamientos que abrigamos sobre dietas, ejercicios y otras formas de terapéutica que se basan en lo físico. Por cierto que no hay nada malo en tener una alimentación normal o de disfrutar de un ejercicio agradable, pero debemos preguntarnos: ¿Dónde anclamos nuestra confianza? ¿La anclamos en la materia y en una causalidad material para nuestra salud y bienestar? ¿O la basamos en el Espíritu? ¿Recurrimos a dietas, ejercicios, vitaminas y píldoras para que nos den la salud y la energía?
Ciencia y Salud elucida claramente este interrogante. Dice: “El punto que cada uno debe decidir es, si es la mente mortal o la Mente inmortal que es causativa. Debiéramos abandonar la base de la materia y aceptar la Ciencia metafísica y su Principio divino”.
A continuación el artículo completo en El Heraldo

“Enséñame a amar.”
Louise Knight W. The Christian Science Journal – Octubre de 1908
Publicado por Emilio Castroman – enero del 2018 (traducción libre)

Hubo un tiempo en que en mi oración diaria
Pedía todas las cosas que consideraba más justo,
Y necesario para mi vida , el éxito, las riquezas , y por supuesto, estar confortable y ser feliz;
Una gran cantidad de amigos, un hogar sin problemas;
Un camino de rosas y de lujo y alegría,
Distinción social, y suficiente fama
Para dejar un nombre muy bien recordado.
La ambición gobernaba mi vida.
Deseaba hacer grandes cosas, para que todo mi pequeño mundo viera
Y susurrara: “¡Maravilloso!”
Ah, Dios paciente,
¡Qué ciegos somos, hasta que la vara de Tu pastor
Tiernamente nos disciplina para llevarnos suavemente a cosas mejores!
Hoy tengo una sola Petición: Señor, — ” Enséñame a amar “.
En verdad, Es mi mayor y mi única necesidad
–Enséñame a amar, no a los que primero me aman a mi.
Pero a todo el mundo, con esa rara pureza
De pensamiento que incluye ningún rastro
De mancha terrenal, sino que tiene en su abrazo La humanidad,
y sólo parece ver Lo bueno en todo, que se refleja, Señor, de Ti.
Y enséñame, Padre, cómo amar más a Los que más tienen necesidad de amor
– a aquellas personas que están enfermas y pobres y mal,
Cuyos cansados rostros muestran que sus vidas son tristes,
Que trabajan a lo largo del camino con pasos lentos,
Y los corazones más pesados que lo que el mundo puede saber
– A las personas a quienes otros pasan sin importarles,
O fallan de escuchar los ruegos de aquel grito que
Pide ayuda, en medio del tumulto de la muchedumbre;
Cuya misma angustia que los hace fríos y orgullosos,
Resentidos, tercos, amargos en su dolor
– Quisiera llevarles consuelo y alivio,
Para poner mi mano en la de ellos, y a su lado
Caminar suavemente, como guía fiel, valiente.
O Salvador, tú el Cristo, la Verdad , siempre cercana,
Ayúdame a sentir estos tristes doblemente queridos
Porque necesitan tanto! Ayúdame a buscar
Y encontrar lo que ellos pensaban que se había perdido; para hablar
Estas palabras de tal ánimo que al pasar porEl desierto florecerán en canciones.
Ah, Amor divino, que vacía era esa oración de los otros días!
Lo que una vez fue tan correcto,
– Esas frágiles adornos que el mundo llama alegrías
No son nada para mí ahora, pero juguetes rotos,
Ya sin interés, superados. Te doy gracias, que yo se
Que esos sueños tan deseados — de hace mucho tiempo atrás,
Al igual que las mariposas, que han tenido en sus días de veranoun breve encantamiento, y se han ido ya.
Y ahora oro
Por cosas mejores.
Tú sabes, Dios del cielo,
Mi único deseo es — ” Enséñame a amar”.

CORRIGIENDO LA CAUSA
José Rodriguez Peláez, (Postado no Facebook, em 2018)

Perdonar a otros… perdonarse a sí mismo…
Es un modo de amar o sentirse amado…
Pero en el sueño.
Donde sólo puede darse ese imposible llamado error.
Perdonar es liberar de sus “mortales” consecuencias.
Es exculpar.
Es decir, exonerar de su correspondiente efecto, el castigo.
Y como ejemplo a imitar se citan las palabras de Jesús:
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).
El maestro suplica perdón, aduciendo ignorancia.
Son inconscientes respecto a lo que hacen.
Pero, desde lo absoluto,habría que modificar en algo el alegato.
Dado que es el Principio el único que hace
La causa del mal nunca será ignorar “nuestros actos” y sus consecuencias.
Lo que nubla la Verdad, ocultando el Bien siempre presente, es ignorar “las cosas maravillosas” que el Padre siempre está haciendo.
Y entonces, habría que corregir un poco -aunque cambiando mucho- la cita lucana.
“Padre, perdónalos no por ignorar lo que hacen, sino porque no son conscientes de lo que Tú haces”.
Ya que el error en nada influye.
Sólo el Bien es la única causa.
Y su único efecto.

TRATAMIENTO METAFÍSICOOrlando Trentini, C.S.B.

Dios omnipotente, omnisciente y omnipresente es la Causa y origen de toda la sustancia. En la Ciencia, yo soy la imagen, la manifestación consciente de Dios, por lo tanto, yo no soy material y no dependo de la materia. En realidad, yo soy espiritual y perfecto. Soy completo, representando y expresando armoniosamente todas las ideas correctas que emanan de mi maravilloso Padre-Madre, la Mente divina y Universal.

Conozco mi verdadera identidad de que soy UNO con la Mente divina, y soy inseparable de la Causa omniactiva. Como la idea brillante de la Verdad divina, de la Mente infinita que gobierna todo, estoy ocupando mi lugar perfecto. Estoy posicionado y ungido por la Mente, de cuya creación procedo. Por eso, son parte integrante de mi ser, las cualidades de inteligencia, sabiduría, honestidad, sinceridad, transparencia, humildad, creatividad, originalidad, receptividad, equilibrio emocional, capacidad ilimitada y la salud.

Soy eterno y tan indestructible como el Padre-Madre, y vivo para siempre, como idea divina en la conciencia de la Mente única y verdadera. Por lo tanto, no estoy sujeto a la materia, a sus creencias de ciclos, ni a las falsas leyes de la herencia, medicina, decadencia, inseguridad, sentimiento de inferioridad, de carencia y otros argumentos sugeridos por la mente carnal.

Soy completo, capaz, e infinitamente eficiente. Ocupo totalmente mi lugar aquí y ahora, por eso nunca estoy sujeto a ningún tipo de confusión mental, errores de decisión, nerviosismo, estancamiento, retrocesos, cambios sin objetivo práctico o que no contribuyan al progreso tanto mío como de mi familia, de las actividades profesionales e incluso de la Iglesia. Por ser la expresión consciente, completa y siempre activa de la Vida inmutable y perenne, desconozco la escasez, las limitaciones y la incapacidad. Soy consciente sólo del orden, la abundancia y del desarrollo armonioso del plan del Amor divino para mí, hoy mismo y para siempre.Soy completo, capaz, e infinitamente eficiente. Ocupo totalmente mi lugar aquí y ahora, por eso nunca estoy sujeto a ningún tipo de confusión mental, errores de decisión, nerviosismo, estancamiento, retrocesos, cambios sin objetivo práctico o que no contribuyan al progreso tanto mío como de mi familia, de las actividades profesionales e incluso de la Iglesia. Por ser la expresión consciente, completa y siempre activa de la Vida inmutable y perenne, desconozco la escasez, las limitaciones y la incapacidad. Soy consciente sólo del orden, la abundancia y del desarrollo armonioso del plan del Amor divino para mí, hoy mismo y para siempre.

Soy la manifestación completa, receptiva y diligente de las ideas activas de la Mente que es Principio divino infalible y ley eterna. Toda idea divina es original, genuina y magnífica. Estas ideas originales son manifestadas a través de mí por medio de Su naturaleza inextinguible.

Como evidencia de la única Mente y del Alma vivo feliz, alegre y para siempre dentro de mi Padre-Madre, Dios. Mis actividades profesionales encuentran cada día maravillosas oportunidades de progreso, tanto en el ámbito humano como en el divino. Esta es la Verdad divina que rige mis pensamientos y mis acciones, y me hace receptivo a muchas bendiciones y éxitos.

Soy capaz de mantener la Verdad divina constantemente. Soy UNO con Dios, la Mente, la Vida, el Principio, el Alma. Por lo tanto, yo comprendo el hecho espiritual de Causa perfecta y efecto perfecto. Y eso constituye verdadera oración, que es “Emanuel”, o sea Dios conmigo. Soy consciente del contenido de esta oración que es ley irreversible de armonía y de progreso. Esta oración curará todo tipo de enfermedad, miedo a la enfermedad, miedo al fracaso, miedo al futuro, o cualquier otro tipo de miedo. Estoy consciente de que soy la evidencia del Alma, hermosa y suprema y, por lo tanto, tengo dominio sobre cualquier tipo de sugestión de manipulación mental, de sugestión mesmérica o de impulsos para pecar. Esta oración es el advenimiento del Cristo, del mensaje divino, actuando tanto en mí como en todos los que trabajan conmigo o con quien vaya a tener contacto hoy o en otro momento.

Esta oración me dirige y por medio de ella tengo coraje moral para “vivir y reinar con Cristo mil años” (Apocalipsis 20:4) y me probará ser la segunda venida del Cristo, la Verdad a la humanidad. La consciencia-Cristo actúa en mí, y por medio de mí cura y regenera espontáneamente todo lo que necesita ser curado y regenerado.

Este tratamiento científico cortará los lazos de limitaciones, carencias y todo pensamiento negativo y hostil. Hará brotar en mí ideas originales y productivas que traerán provisión diaria y me abastecerán de sustancia que se auto multiplica, así como también a mis cuentas bancarias y a mi hogar con los tesoros infinitos e inagotables de Dios.

Esta oración está actuando como ley divina de progreso que cancela, para siempre, toda presunta acción del magnetismo animal. Mi oración es la presencia activa de la única consciencia-Cristo que actúa en mí y por medio de mí. Esta consciencia-Cristo aniquila y destruye todo tipo de malapráctica ignorante o intencional, toda maldición, todo odio; sobre mí, sobre mi familia, mi empresa y mi entorno de trabajo donde actúo; como una bendición para la humanidad, reflejando al Cristo sanador.

Este reconocimiento consciente del Cristo que opera en mí y a través de mí, traerá a mi vida alegría, pureza, orden, paz, armonía, salud, integridad. El Cristo aniquila y disipa, para siempre, toda mediocridad, avaricia, lamento y queja, crítica, tristezas y resentimientos, así como la mala práctica inconsciente.

Esta oración científica actúa ahora mismo y para siempre aplastando las estocadas del miedo, de la depresión o del éxito embriagante, del remordimiento, de dolores repentinos y los síntomas transmitidos por asuntos médicos. Mi saber consciente reconoce que está en comunión constante con la Causa divina, y eso removerá la máscara de la vejez, las creencias de la pérdida de fuerzas y de debilitamiento mental, y revelará en mí la eterna juventud y felicidad sin fin. Disipará mi pasado no armonioso y cualesquiera episodios que parezcan ser fantasmas desaparecerán para siempre revelando mi glorioso y enteramente feliz presente que se prolonga de un modo continuo e inalterable, puesto que está sustentado por la Ciencia Cristiana, “la ley de Dios, la ley del bien, que interpreta y demuestra el Principio divino y la regla de la armonía universal.” (Rudimentos de la Ciencia Divina, pág. 1:1).

Mi discernimiento espiritual claro y continuo está garantizado por esta oración científica y constituye “…el camino mediante Cristo, la Verdad,”… y “con la llave de la Ciencia divina…” me abrirá y mantendrá activa la percepción de que soy “erguido, puro y libre” (Véase Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 171) a imagen y semejanza de Dios. Estoy consciente de que existo como la idea completa y soy la evidencia constante del Principio divino. La Mente divina, de la cual soy la consciente emanación, mantiene todo lo que me dice respecto de su inequívoca jurisdicción, hoy y para siempre. Cada pensamiento, cada acción, mi ser entero, es la expresión activa, tierna e inteligente del Dios vivo. Estoy consciente de que soy inseparable de la Causa y de su acción perfecta e inamovible. Yo soy UNO con DIOS. YO sé, que YO sé, que YO lo sé.

© The Christian Science Sentinel

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Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer. Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente.

Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra. El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio… con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble:

Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…

Puede caerte tierra, todo tipo de tierra… el truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas sirven de escalón, debemos usarlos pra ir hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos.

{Colaboración Daylin Fagundo}

¿Causó Dios la pandemia para enseñarle a la humanidad una lección? 
| Evan Mehlenbacher CSB –  27 de abril 2020

Me hicieron la pregunta: “¿Dios trajo esta pandemia para enseñarnos una lección?” Yo respondí: “Absolutamente no”.

Ha sido una suposición frecuente a lo largo de los años por algunas personas, que cuando el desastre golpea a un grupo de personas, deben ser el blanco de la ira de Dios por algún tipo de maldad que hayan cometido o representado. Este tipo de pensamiento es lo que yo llamo “vieja teología”.

Por “vieja teología”, estoy hablando de viejos conceptos desgastados de Dios que no están al día con las enseñanzas de Jesucristo acerca de Dios como un Dios de Amor.

Jesús no enseñó a un Dios de castigo. Él enseñó a un Dios de Amor. Cuando la gente sufriente acudía a él en busca de ayuda, Jesús no los condenaba al olvido por sus errores. Condenó cualquier pecado y los salvó de su sufrimiento. Los amaba, los liberaba y los sanaba.

El sufrimiento en el mundo nunca es causado por Dios. Es una oportunidad para demostrar que Dios está presente para eliminar el sufrimiento y restaurar la armonía. Como enseña el cristianismo, viviendo y entendiendo el Amor de Dios, podemos vencer el mal con el bien. Podemos conquistar pandemias, plagas y otros desastres.

Cuando nuestro vecino es golpeado por la tragedia, la ocasión no es señalar con un dedo a la culpa. Es un llamado a nuestra compasión a ayudarlo con amor que ayuda y cura.

Dios nunca hace que sucedan cosas malas. Dios hace que solo ocurran cosas buenas.

¡Dios es Amor!

Traducción libre al Español María Cristina Vega Bórquez, CS

Did God cause the pandemic to teach mankind a lesson? (Original) April 27, 2020 | Evan Mehlenbacher CSB

I was asked the question, “Did God bring this pandemic to teach us a lesson?” I replied, “Absolutely not.”
It’s been a frequent assumption over the ages by some people, that when disaster hits a group of people, they must be the target of God’s wrath for some type of evil they have indulged or represent. This type of thinking is what I call, “old theology.”
By “old theology,” I’m talking about old worn-out concepts of God that are not current with Jesus Christ’s teachings about God as a God of Love.
Jesus did not teach a God of punishment. He taught a God of Love. When suffering people came to him for help, Jesus did not condemn them to oblivion for their errors. He condemned any sin and saved them from their suffering. He loved them, freed them and healed them.
Suffering in the world is never caused by God. It’s an opportunity to prove that God is present to take away suffering and restore harmony. As Christianity teaches, by living and understanding the Love of God, we can overcome evil with good. We can conquer pandemics, plagues, and other disasters.
When our neighbor is hit by tragedy, the occasion is not to point a finger of blame. It’s a call on our compassion to come to their aid with love that helps and heals.
God never causes bad things to happen. God causes only good things to occur.

God is Love!

Curación de malformación en el oído.
Para niños y adolescentes.

“Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. ” 1 Corintios 13:12 NIV

En la antigüedad, con los recursos disponibles de la época, los espejos se hacían de forma rudimentaria y con poca capacidad para reflejar claramente la imagen original proyectada sobre ellos. El apóstol Pablo comparando la imagen reflejada en el espejo con la percepción de mirar cara a cara, define de manera inspirada en el versículo anterior, al sentido espiritual, que es nuestra capacidad de entender a Dios y a nosotros mismos como su idea o reflejo. Hay una ley sobre el reflejo divino establecida en Génesis, en el orden de la creación espiritual:

“Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza [a] dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra».” (Génesis 1:26 NBLA)

Siempre me ha gustado la fotografía y una de las técnicas es el efecto de “reflexión infinita”, que es cuando se toma la foto de un objeto frente a un espejo, con la lente enfocada en ambos, en el objeto y en el espejo. El resultado es el que se muestra en la foto de arriba, de un original surge un patrón de innumerables imágenes iguales. La imagen reflejada no es la misma que la original pero el reflejo reproduce lo que hace el original. Y nada puede pasar en la imagen, sin primero pasar en el original.
He aprendido mediante el estudio de la Ciencia Cristiana a conocerme a mí mismo, a la fuente de mi ser, el Espíritu, cuyo estándar científico de la creación divina se encuentra en el versículo anterior de Génesis 1:26. Este aprendizaje es elemental en la Ciencia divina. Lo aprendí por primera vez en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, de la Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil.

Recién comenzaba en la Escuela Dominical y la Ciencia Cristiana fue mi primer amor, porque a través de esa atmósfera amorosa aprendí que Dios es Amor y que Él cumple con todas nuestras necesidades. Tenía un pequeño defecto congénito en uno de mis oídos, de modo que en su estructura tenía algún tipo de malformación. De vez en cuando, se inflamaba, lo que me obligaba a usar un vendaje, aquello me molestaba mucho, porque no me sentía cómodo con ese problema y tenía la mala sensación de que iba a perder un pedazo del lóbulo inferior de uno de mis oídos.

En una clase de la Escuela Dominical, la maestra me preguntó qué era ese vendaje en mi oreja, luego le dije avergonzado que era una “lastimadura”. No recuerdo exactamente las palabras consoladoras y sanadoras que usó en ese momento, pero recuerdo sentir el amor de Dios actuando para resolver esa situación incómoda. Este sentimiento de Amor divino me ha acompañado durante toda mi vida, desde esa bendecida clase. Recuerdo que la maestra enfatizó amorosamente en la perfección de los hijos de Dios, como se explica en el libro de Génesis, Dios nos creó a su propia imagen y semejanza ¡Por lo tanto, Dios no pudo haber creado ninguna imperfección o defecto, lo que me dio la certeza de la perfección divina y que esa situación no era parte de la creación buena y armoniosa que refleja a Dios!

 Con esa verdad espiritual en mente, de camino a casa, en el autobús, me quité la vendaje y tiré la cinta. Al llegar a casa, una tía que estaba muy atenta a la atención médica, notó la ausencia de la venda y me preguntó con asombro: “¿Dónde está la venda? ¿Qué pasó con tu problema de oído? Sonreí con una sonrisa de felicidad espiritual y le dije: “Tía, el viento se la llevó y Dios lo curó” y salí al patio a jugar con mi hermana. ¡Desde entonces no he sentido ningún dolor o incomodidad, y la curación ocurrió naturalmente, en su desarrollo divino!

Esta curación, aunque simple, fue muy significativa para mí, porque fue mi primera curación importante, y fortaleció mi confianza en que para Dios todo lo bueno siempre es posible. Confiar, sin dudar, en el Amor divino y su habilidad para sanar, junto a la comprensión de que yo era el hijo perfecto de Dios, y que consecuentemente no habría realidad en ninguna imperfección, me sanó por completo, para que ya no sintiera los efectos de ese problema, y no hubo marca o diferencia entre un oído y el otro.

La cita del libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, escrito por Mary Baker Eddy, que estaba detrás del púlpito en el salón de la iglesia: “El Amor Divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana.” (*1) – que me inspiró y me consoló, permanece allí, inspirando a las nuevas generaciones, tanto miembros como visitantes, en servicios religiosos regulares y curativos, los domingos y miércoles, en reuniones de testimonio.

Durante muchos años fui miembro de esta iglesia, afiliada a La iglesia Madre”, serví en varios puestos, prácticamente todos, pero lo que más disfruté fue trabajar como maestro de escuela dominical. Trabajé con todas las edades, ya que las clases se dividen por edades hasta los 20 años. También me uní a la Iglesia Madre (*2) lo antes posible (la edad mínima para afiliarse es a los 12 años) y este compromiso con El Bien(Dios) también se desarrolló en la decisión de recibir la Clase Primario de la Ciencia Cristiana. En esta línea del desarrollo natural del bien, me convertí en un practicante de la Ciencia Cristiana, ¡fruto del deseo sincero por compartir la curación cristiana con los demás!

(*1) Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras pág. 494 (*2) La Iglesia Madre – La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, Ma, EE. UU.

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Aislamiento ideal en Cristo

Jesús, nuestro gran Maestro, nos enseñó a amar a nuestro prójimo como a sí mismo, oraba para nutrir la espiritualidad de su propia conciencia, cultivando agradables momentos de soledad en comunión con el Único Padre universal, el Principio divino del ser. En el evangelio de Lucas leemos:  “Pero con frecuencia Él se retiraba a[a] lugares solitarios y oraba.”. (Lucas 5:16 LBLA) Vamos a intercambiar ideas sobre este tipo de aislamiento tan elevado y práctico.

El aislamiento social (quedarse en casa) se ha considerado una medida preventiva. Con esto en mente, pensemos entonces, en la ferviente inclinación de Jesús por retirarse a lugares aislados a orar a solas con la Mente divina, trae verdadera inspiración para desapegarnos del ego y ceder al Único Ego, la Mente Única, a la armonía de Su voluntad y Su reino.

Mucho más allá de encontrar un lugar pacífico junto al Mar de Galilea, este era un momento sagrado para el Hijo de Dios, donde entraba en su habitación mental y cerraba la puerta del pensamiento al error – oculto en la conciencia de su filiación con el Padre, el Amor divino e infinito. Por lo tanto, este no es un lugar físico, sino un refugio mental y espiritual donde el Cristo consuela a todos, a cada momento y bajo cualquier situación. Jesús sabía que morar en el Espíritu es un bendito estado mental y de gracia, a través del cual podemos ver más allá de las imágenes grises y los escenarios adversos, esas sugestiones mentales agresivas del mundo material, contrarias a la espiritualidad, a la realidad armoniosa que Cristo siempre está revelando al pensamiento receptivo.

En oración, qué tal si aprovechamos y llevamos a cabo un aislamiento metafísico en la casa de playa de la comprensión de la Ciencia Cristiana, que revela la quietud de la idea de Cristo: ¡la Roca eterna de la comprensión y la demostración cristiana! En mi experiencia, gracias a esta comprensión, aprendí que el concepto de hogar, en su sentido espiritual, significa conciencia.

A medida que estudio la Ciencia Cristiana, he encontrado un refugio práctico e inspirador en ese lugar, mental y espiritual; en esta playa divina de la conciencia de Cristo, así como esa espiritualidad que nos guía y hace posible llegar a esta playa ideal de la Ciencia divina.

En la playa de la conciencia de Cristo solo se escucha el sonido armonioso de las olas del mar, regidas por el orden supremo de la creación de la única Mente. Libre de la contaminación, el ruido y los medios de comunicación del mundo, que en su reflujo se ahogan en las profundidades del océano, ¡pesada carga del mal! – el opuesto hipotético del bien- se extiende en la orilla, la blanca sal que toca nuestros pies. Jesús se inspiró en la salinidad para alentarnos cuando dijo: 13 »Ustedes son la sal de la tierra. (Mt 5:13 NIV)

¿Qué tal si aprovechamos la oportunidad actual y nos aislamos en esta conciencia elevada y práctica de la idea – Cristo, atemporal, con su efecto consolador y alentador? Sabiendo que, como es expresado por Mary Baker Eddy, en su obra principal Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras (pág. 15: 25-26): “Los cristianos se regocijan en belleza y abundancia secretas, oculta para el mundo, pero conocida de Dios”. 

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Visite o Instragram do Grupo Informal da Ciência Cristã, em Salvador, na Bahia, Brasil https://www.instagram.com/cienciacristasalvador

Atualizado em 13 dezembro, 10h

Um comentário em “Blog Español 🇪🇸

  1. Muchas gracias por el tratamiento científico do Orlando Trentini,tuve el gusto de conocerlo en Santa Fe en una conferencia que dio sobre el Amor, donde fui asignada para recepcionarlo, lo que me permitió conversar con él temas para sanar, que fueron sanados, mi infinita gratitud, a Orlando Trentini por este momento de alegría, al leer su tratamiento metafísico y recordar su conferencia sobre el Amor.

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