Blog Español

Un espacio para hermanos de habla hispana.
Tradução colaborativa: Daylin Fagundo

” ¿Causó Dios la pandemia para enseñarle a la humanidad una lección? “ 

Me hicieron la pregunta: “¿Dios trajo esta pandemia para enseñarnos una lección?” Yo respondí: “Absolutamente no”.

Ha sido una suposición frecuente a lo largo de los años por algunas personas, que cuando el desastre golpea a un grupo de personas, deben ser el blanco de la ira de Dios por algún tipo de maldad que hayan cometido o representado. Este tipo de pensamiento es lo que yo llamo “vieja teología”.

Por “vieja teología”, estoy hablando de viejos conceptos desgastados de Dios que no están al día con las enseñanzas de Jesucristo acerca de Dios como un Dios de Amor.

Jesús no enseñó a un Dios de castigo. Él enseñó a un Dios de Amor. Cuando la gente sufriente acudía a él en busca de ayuda, Jesús no los condenaba al olvido por sus errores. Condenó cualquier pecado y los salvó de su sufrimiento. Los amaba, los liberaba y los sanaba.

El sufrimiento en el mundo nunca es causado por Dios. Es una oportunidad para demostrar que Dios está presente para eliminar el sufrimiento y restaurar la armonía. Como enseña el cristianismo, viviendo y entendiendo el Amor de Dios, podemos vencer el mal con el bien. Podemos conquistar pandemias, plagas y otros desastres.

Cuando nuestro vecino es golpeado por la tragedia, la ocasión no es señalar con un dedo a la culpa. Es un llamado a nuestra compasión a ayudarlo con amor que ayuda y cura.

Dios nunca hace que sucedan cosas malas. Dios hace que solo ocurran cosas buenas.

¡Dios es Amor!

Excelente y ayudador artículo de Evan Mehlenbacher CSB !!! 27 de abril del 2020
Traducción libre al Español María Cristina Vega Bórquez, CS

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Did God cause the pandemic to teach mankind a lesson? (Original)
April 27, 2020 | Evan Mehlenbacher CSB 

I was asked the question, “Did God bring this pandemic to teach us a lesson?” I replied, “Absolutely not.”
It’s been a frequent assumption over the ages by some people, that when disaster hits a group of people, they must be the target of God’s wrath for some type of evil they have indulged or represent. This type of thinking is what I call, “old theology.”
By “old theology,” I’m talking about old worn-out concepts of God that are not current with Jesus Christ’s teachings about God as a God of Love.
Jesus did not teach a God of punishment. He taught a God of Love. When suffering people came to him for help, Jesus did not condemn them to oblivion for their errors. He condemned any sin and saved them from their suffering. He loved them, freed them and healed them.
Suffering in the world is never caused by God. It’s an opportunity to prove that God is present to take away suffering and restore harmony. As Christianity teaches, by living and understanding the Love of God, we can overcome evil with good. We can conquer pandemics, plagues, and other disasters.
When our neighbor is hit by tragedy, the occasion is not to point a finger of blame. It’s a call on our compassion to come to their aid with love that helps and heals.
God never causes bad things to happen. God causes only good things to occur.
God is Love!

Curación de malformación en el oído.
Para niños y adolescentes.

ApostoloPaulo

“Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. ” 1 Corintios 13:12 NIV

En la antigüedad, con los recursos disponibles de la época, los espejos se hacían de forma rudimentaria y con poca capacidad para reflejar claramente la imagen original proyectada sobre ellos. El apóstol Pablo comparando la imagen reflejada en el espejo con la percepción de mirar cara a cara, define de manera inspirada en el versículo anterior, al sentido espiritual, que es nuestra capacidad de entender a Dios y a nosotros mismos como su idea o reflejo. Hay una ley sobre el reflejo divino establecida en Génesis, en el orden de la creación espiritual:

“Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza [a] dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra».” (Génesis 1:26 NBLA)

Siempre me ha gustado la fotografía y una de las técnicas es el efecto de “reflexión infinita”, que es cuando se toma la foto de un objeto frente a un espejo, con la lente enfocada en ambos, en el objeto y en el espejo. El resultado es el que se muestra en la foto de arriba, de un original surge un patrón de innumerables imágenes iguales. La imagen reflejada no es la misma que la original pero el reflejo reproduce lo que hace el original. Y nada puede pasar en la imagen, sin primero pasar en el original.
He aprendido mediante el estudio de la Ciencia Cristiana a conocerme a mí mismo, a la fuente de mi ser, el Espíritu, cuyo estándar científico de la creación divina se encuentra en el versículo anterior de Génesis 1:26. Este aprendizaje es elemental en la Ciencia divina. Lo aprendí por primera vez en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, de la Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil.

Recién comenzaba en la Escuela Dominical y la Ciencia Cristiana fue mi primer amor, porque a través de esa atmósfera amorosa aprendí que Dios es Amor y que Él cumple con todas nuestras necesidades. Tenía un pequeño defecto congénito en uno de mis oídos, de modo que en su estructura tenía algún tipo de malformación. De vez en cuando, se inflamaba, lo que me obligaba a usar un vendaje, aquello me molestaba mucho, porque no me sentía cómodo con ese problema y tenía la mala sensación de que iba a perder un pedazo del lóbulo inferior de uno de mis oídos.

En una clase de la Escuela Dominical, la maestra me preguntó qué era ese vendaje en mi oreja, luego le dije avergonzado que era una “lastimadura”. No recuerdo exactamente las palabras consoladoras y sanadoras que usó en ese momento, pero recuerdo sentir el amor de Dios actuando para resolver esa situación incómoda. Este sentimiento de Amor divino me ha acompañado durante toda mi vida, desde esa bendecida clase. Recuerdo que la maestra enfatizó amorosamente en la perfección de los hijos de Dios, como se explica en el libro de Génesis, Dios nos creó a su propia imagen y semejanza ¡Por lo tanto, Dios no pudo haber creado ninguna imperfección o defecto, lo que me dio la certeza de la perfección divina y que esa situación no era parte de la creación buena y armoniosa que refleja a Dios!

 Con esa verdad espiritual en mente, de camino a casa, en el autobús, me quité la vendaje y tiré la cinta. Al llegar a casa, una tía que estaba muy atenta a la atención médica, notó la ausencia de la venda y me preguntó con asombro: “¿Dónde está la venda? ¿Qué pasó con tu problema de oído? Sonreí con una sonrisa de felicidad espiritual y le dije: “Tía, el viento se la llevó y Dios lo curó” y salí al patio a jugar con mi hermana. ¡Desde entonces no he sentido ningún dolor o incomodidad, y la curación ocurrió naturalmente, en su desarrollo divino!

Esta curación, aunque simple, fue muy significativa para mí, porque fue mi primera curación importante, y fortaleció mi confianza en que para Dios todo lo bueno siempre es posible. Confiar, sin dudar, en el Amor divino y su habilidad para sanar, junto a la comprensión de que yo era el hijo perfecto de Dios, y que consecuentemente no habría realidad en ninguna imperfección, me sanó por completo, para que ya no sintiera los efectos de ese problema, y no hubo marca o diferencia entre un oído y el otro.

La cita del libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, escrito por Mary Baker Eddy, que estaba detrás del púlpito en el salón de la iglesia: “El Amor Divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana.” (*1) – que me inspiró y me consoló, permanece allí, inspirando a las nuevas generaciones, tanto miembros como visitantes, en servicios religiosos regulares y curativos, los domingos y miércoles, en reuniones de testimonio.

Durante muchos años fui miembro de esta iglesia, afiliada a La iglesia Madre”, serví en varios puestos, prácticamente todos, pero lo que más disfruté fue trabajar como maestro de escuela dominical. Trabajé con todas las edades, ya que las clases se dividen por edades hasta los 20 años. También me uní a la Iglesia Madre (*2) lo antes posible (la edad mínima para afiliarse es a los 12 años) y este compromiso con El Bien(Dios) también se desarrolló en la decisión de recibir la Clase Primario de la Ciencia Cristiana. En esta línea del desarrollo natural del bien, me convertí en un practicante de la Ciencia Cristiana, ¡fruto del deseo sincero por compartir la curación cristiana con los demás!

(*1) Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras pág. 494 (*2) La Iglesia Madre – La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, Ma, EE. UU.

Etiquetas: curación cristiana, ciencia cristiana, escuela dominical, curación en el oído, curación rápida, amor divino, La Iglesia Madre, ley de reflexión, imagen y semejanza, creación divina, Génesis, Santa Biblia, Ciencia y Salud, Mary Baker Eddy, niño , adolescente, primera cura, primer amor, Iglesia, necesidad humana, compromiso con el bien, afiliación a la iglesia, iglesia de Cristo, curado de deformación.

Aislamiento ideal en Cristo

Jesús, nuestro gran Maestro, nos enseñó a amar a nuestro prójimo como a sí mismo, oraba para nutrir la espiritualidad de su propia conciencia, cultivando agradables momentos de soledad en comunión con el Único Padre universal, el Principio divino del ser. En el evangelio de Lucas leemos:  “Pero con frecuencia Él se retiraba a[a] lugares solitarios y oraba.”. (Lucas 5:16 LBLA) Vamos a intercambiar ideas sobre este tipo de aislamiento tan elevado y práctico.

El aislamiento social (quedarse en casa) se ha considerado una medida preventiva. Con esto en mente, pensemos entonces, en la ferviente inclinación de Jesús por retirarse a lugares aislados a orar a solas con la Mente divina, trae verdadera inspiración para desapegarnos del ego y ceder al Único Ego, la Mente Única, a la armonía de Su voluntad y Su reino.

Mucho más allá de encontrar un lugar pacífico junto al Mar de Galilea, este era un momento sagrado para el Hijo de Dios, donde entraba en su habitación mental y cerraba la puerta del pensamiento al error – oculto en la conciencia de su filiación con el Padre, el Amor divino e infinito. Por lo tanto, este no es un lugar físico, sino un refugio mental y espiritual donde el Cristo consuela a todos, a cada momento y bajo cualquier situación. Jesús sabía que morar en el Espíritu es un bendito estado mental y de gracia, a través del cual podemos ver más allá de las imágenes grises y los escenarios adversos, esas sugestiones mentales agresivas del mundo material, contrarias a la espiritualidad, a la realidad armoniosa que Cristo siempre está revelando al pensamiento receptivo.

En oración, qué tal si aprovechamos y llevamos a cabo un aislamiento metafísico en la casa de playa de la comprensión de la Ciencia Cristiana, que revela la quietud de la idea de Cristo: ¡la Roca eterna de la comprensión y la demostración cristiana! En mi experiencia, gracias a esta comprensión, aprendí que el concepto de hogar, en su sentido espiritual, significa conciencia.

A medida que estudio la Ciencia Cristiana, he encontrado un refugio práctico e inspirador en ese lugar, mental y espiritual; en esta playa divina de la conciencia de Cristo, así como esa espiritualidad que nos guía y hace posible llegar a esta playa ideal de la Ciencia divina.

En la playa de la conciencia de Cristo solo se escucha el sonido armonioso de las olas del mar, regidas por el orden supremo de la creación de la única Mente. Libre de la contaminación, el ruido y los medios de comunicación del mundo, que en su reflujo se ahogan en las profundidades del océano, ¡pesada carga del mal! – el opuesto hipotético del bien- se extiende en la orilla, la blanca sal que toca nuestros pies. Jesús se inspiró en la salinidad para alentarnos cuando dijo: 13 »Ustedes son la sal de la tierra. (Mt 5:13 NIV)

¿Qué tal si aprovechamos la oportunidad actual y nos aislamos en esta conciencia elevada y práctica de la idea – Cristo, atemporal, con su efecto consolador y alentador? Sabiendo que, como es expresado por Mary Baker Eddy, en su obra principal Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras (pág. 15: 25-26): “Los cristianos se regocijan en belleza y abundancia secretas, oculta para el mundo, pero conocida de Dios”. 

Etiquetas: ideia Cristo, belleza, ciencia cristiana, sal de la tierra, aislamiento, oportunidad, ciência y salud, oracion, conciencia,  Santa Biblia, Ciencia y Salud, Mary Baker Eddy, quedarse em casa, casa, necesidad humana, abundancia, conocida de Dios.

Um comentário em “Blog Español

  1. Excelente !!! me ayuda mucho leer tus experiencias,aunque nací ya en Ciencia Cristiana, actualmente quedamos mi hija Irupé y yo practicándola….Es la base de nuestras vidas!!! Gracias por compartir esta lectura “!!!

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